El olvido recordó y la oscuridad se iluminó, la risa rompió a llorar. Una piedra enamoró a una virgen que dejó caer su desnudez. Empieza el ritual, cuerpos a media luz beben de otras bocas, y se excitan. Lamen la lujuria que lubrica su piel, y hasta las estrellas se masturban al ver. Déjate enamorar, ven y únete, desnuda tu pudor y entrégate al placer. Déjate enamorar, sedúceme, y por la depravación, déjate acariciar. El frío se arropó y un árbol ha echado a correr, la Cruz está al revés. El vicio es la virtud, la castidad es bisexual, la decadencia está a estrenar. Es la misa al revés, se consagra lo inmoral, el aquelarre del pecado. Cuerpos entregados en lasciva comunión, santa bacanal en el altar. Déjate enamorar, ven y únete, desnuda tu pudor y entrégate al placer. Déjate enamorar, sedúceme, y por la depravación, déjate acariciar. Muéstrame tu cuello y deja que mis colmillos rompan la piel que impide que tu sangre sea para mí, y tu vida será eterna. Morirás cada mañana y renacerás al anochecer. Oh Señor de las mentiras, mendigo de otras vidas, duque del vicio, príncipe del sexo y del dolor... Natalia La lascivia que en mí entre, me corrompa y me reviente el alma en trozos de placer. El pentáculo es mi cama, permite que te laman, y no sabrás si te acarician un hombre o mujer. Violaremos tu inocencia, orgasmos y decadencia, alguien se excita en una cruz, Natalia y José y la brisa de la muerte pudrirá lo que es decente. Ven y déjate sodomizar. Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer, soy tu puta, soy tu chulo... Lo que quieras tú, soy Leviatán, tuve sexo con Adán, mientras Eva se excitaba al vernos, y se unió!!! Déjate enamorar, ven y únete, desnuda tu pudor y entrégate al placer. Déjate enamorar, sedúceme, y por la depravación, déjate acariciar. Sedúceme, Príncipe de la Dulce Pena