Tu silueta es una llama desnuda contra la ventana, la sed de fuego que te mana enturbia el sol a tus espaldas... Tu piel es un suave destello sobre un océano de espejos ardientes como tu deseo de paraísos como infiernos. Desnuda luz contra luz, luz contra luz, es tu cuerpo, luz contra luz... La incandescencia del paisaje no sabe como deslumbrarte, pero no te das, fiel amante, al oro del fin de la tarde Muerto de celos me encamino a tu ventana de delirios, pero, al tocarte, ya te has ido volando sobre un espejismo...