Los hijos que de mi cuerpo faltaron me han ido apareciendo por ahí, no siguen mi ADN; ni heredaron mi nariz pero sé que tendrán algo de mí. Un día de paseo por Santiago volví a encontrar al Diego que perdí y aquel piojito rubio que entre mocos me juró Jamás te querrá nadie como yo ... Dentro de mí hay canciones por parir que de grandes volaran y vivirán también su propia vida. Algo de mi también puedo percibir en los hijos que la música me dio y que hoy encuentro aquí. También tengo un negrito computado, pequeño aprendiz de adivinador y una damita joven que hace de hermana mayor y juega a las muñecas con el sol. Los hijos que de mi cuerpo faltaron me han ido apareciendo por ahí, no siguen mi ADN, ni heredaron mi nariz ; pero sé que tendrán algo de mí.