Somos hijos de un viejo Dios al que el tiempo su nombre borró. Herederos de un trono sin rey, protectores de una religión. Somos monjes sin obligación, ni doctrina que cumplir. Nuestro estigma fue la decisión de elegir el como vivir Pasan los años y en nuestro interior arde la llama tal como empezó, sentimiento, pasión, fuerza y libertad... ¡somos la vieja guardia! Los retoños no quieren llevar nuestras señas de identidad, justifican que en el corazón, es allí donde deben estar. Me pregunto si quieren creer que la guerra ya se terminó o tan sólo pretenden jugar a ser gato ya la vez ratón... Pasan los años y en nuestro interior arde la llama tal como empezó, sentimiento, pasión, fuerza y libertad... ¡somos la vieja guardia! ¡Y no! No nos cambiarán, no nos callarán... ¡mientras nos queden fuerzas para continuar! No nos cambiarán, no nos callarán, mientras nos quede aire para respirar. ¡Mientras nos quede vida no será el final! ¡Y no! No nos cambiarán, no nos callarán... ¡mientras nos queden fuerzas para continuar! No nos cambiarán, no nos callarán, mientras nos quede aire para respirar. ¡Mientras nos quede vida no será el final! Sabes que no... No nos cambiarán, no nos callarán... ¡mientras nos queden fuerzas para continuar! No nos cambiarán, no nos callarán, mientras nos quede aire para respirar. ¡Mientras nos quede vida no será el final!