Un rebaño de elefantes y una tienda hecha del día Un palacio de diamantes y un gran manto de tisú Y una gentil princesita tan bonita, Margarita, tan bonita como tú Yo no tengo un gran palacio, ni un rebaño ni elefantes Yo te ofrezco un cielo abierto de estrellas en luna llena Y si igual que la princesa un lucero haz de querer Te ofrezco hasta allí llevarte pa' que lo puedas tener Un lucero que te acompañe, Que te abrace siempre en la noche Y de día cuando se apague Quiera Dios que ya no llores.